Formación y trayectoria artística

Se aficiona a la pintura en los años setenta desarrollando su actividad artística  como autodidacta trabajando e investigando  en técnicas pictóricas y escultóricas que le dan a su obra la soltura actual, una obra personalizada sin influencias, fruto del conocimiento experimentado como el  investigador que trabaja solo, con el oficio que le da la elaboración de cada obra. Apoyado en las técnicas de libros documentales de grandes artistas y la observación como principal fuente de inspiración.

Posteriormente, en los años ochenta, se desarrolla en las técnicas artísticas, en los talleres de los pintores de su localidad, conoce el óleo, el acrílico, la acuarela...

En la actualidad se encuentra desarrollando estudios de Grado en Historia del Arte, algo que desde el principio hace suyo en su trabajo, creando una pintura y una escultura surreal que evoluciona hacia un realismo integracionista, jugando con las formas que están fundidas en el fondo y aparecen como si vinieran de la nada, en la influencia de todo aquello que ve, estudia y reconoce del análisis conceptual de lo que ha sido la arquitectura, pintura y escultura a través de los siglos.

Mugarba en sus últimos trabajos nos presenta una serie de cuadros, atrapados por el paisaje arquitectónico de las grandes civilizaciones y las naturalezas muertas que utiliza para la investigación del color y el objeto. Fusiona e integra unos elementos con otros haciendo que la obra tome vida en diferentes fases dándole un aspecto original, surrealista, difuso y conceptual que él dice en llamar fusión e integración de los objetos, formando con ello un cubismo neobarroco muy personal. Su juego, más que artístico es emocional, tratando de dejar conceptos para que el espectador analice y elabore su propia interpretación de la escena.

Mugarba ha participado en numerosos certámenes y concursos habiendo sido galardonado en algunos de ellos.

Ha realizado numerosas exposiciones colectivas e individuales: Casa de Cultura de Alcobendas (Madrid), Museo Taurino de Salamanca, Galería de arte Santa Engracia (Madrid), exposición colectiva dibujos y pinturas en Macón (Francia), Museo Municipal El Pósito (Campo de Criptana), Posada de los Portales (Tomelloso) …

 

El Aprendiz (Costumbrista) - Oleo sobre Lienzo 90x120

El Péndulo

CREAR AL HOMBRE ANTES QUE LA OBRA

Blasfemáis diciendo que sois poetas cuando tan siquiera os habéis dado cuenta que antes que poetas sois hombres libres y racionales, que antes que lo escrito está lo imaginario, que antes de la imagen está vuestra propia ilusión mental, que no sois nada en el escrito sino mucho antes de que este llegue.

Pero os afanáis y os insistís en editar y hacer real una obra mucho antes de ser fecundada en vosotros mismos. Os obligáis en parir creaciones que no están ni en los límites de  vuestro propio yo. Al final la nada. Nada de Nada.

Si trabajamos en la creación constante de pensamientos e ideas y lo hacemos relacionando este trabajo con el estudio de lo que estamos usando: la literatura y el lenguaje, para el poeta; las técnicas pictóricas y la historia del Arte para el pintor; el solfeo o escritura musical, y su propia historia, para el músico … es posible, que siendo sinceros, fecundaremos obras en relación con nuestra propia personalidad, que vendrá crecida o menguada según nuestras experiencias y preparación profesional.

Lo que importa es la idea, el pensamiento, la creación personal que será mayor o menor según, si nuestro cerebro está más o menos preparado, más o menos cualificado, más o menos capacitado para la acción creadora. Lo demás es mentira, sería insistirse en la realidad del otro, sería insistirse en el recipiente vacío para cubrir nuestro orgullo: séase pues, que cuando yo solo sé nada en mi, estoy en el otro. Tengo que trabajar en aquellos límites y trabajar aprendiendo y aprehendiendo para mejorar. Solo así, de una forma involuntaria, sé ira fecundando una obra grande, porque grande es la creación regurgitada  de nuestra propia personalidad, creciéndose más y más, según la intención de aprendizaje y experiencia en el mundanal ruido que nos rodea.

Lo importante no es hacer una obra grande y buena, lo importante es hacer de nosotros hombres completos, formados y excelentes, lo demás (la Obra) vendrá por añadidura.

Aportamos y decimos que damos el ingenio que hay en nosotros, porque nos consideramos artistas o novicios de artistas y, por esto, sentimos el impulso de crear,  construimos mundos donde se refleja nuestra voluntad, siempre limitada por la propia personalidad del individuo. Lo que debemos saber es que el hombre no tiene limites, nace como la especie más indefensa del planeta, dependiente de sus progenitores por un tiempo demasiado largo, esto le hace mediatizarse al entorno y aprender de su en derredor en los limites que estos espacios le dejan. Cuando desarrolla su propia conciencia ya es lo que le han dejado de ser, solo su condición de ser racional le ara libre, y se desarrollará voluntariamente según su inteligencia, que ira crecida si su carácter le permite afanarse por aprehender todo cuanto le rodea, con o sin la influencia de los demás.

El ser excelente, el genio, el artista, empieza a crear, a dar todo cuanto ha aprendido y aprehendido de su entorno, ahora, todo cuanto sabe lo cambia y lo modifica, interpreta su propia realidad, construye mundos nuevos que van a aportar sabiduría e inteligencia al grupo. Esta aportación será suave, tenue, balbucera, pueril en su comienzo. Pero pasará el tiempo, los caminos de la mente del creador se irán aumentando con el fruto del aprendizaje inconformista y, desarrollará conceptos y teorías regocijadas en los pilares del conocimiento: dos seres humanos genios, uno sabe que es, el otro lo duda; el primero crea más que aprende, el segundo aprende creando y estudiando; el primero se quedará en los comienzos de sus limitaciones, el segundo morirá creando horizontes nuevos que no pararán en su propia obra, porque será la continuación del siguiente ser excelente que habite la Tierra con el mismo afán. Esto es, el primero creará una obra artística superflua simple y sencilla por lo que será olvidado tan pronto sus párpados se cierren a la vida, el segundo será eterno en el trabajo de quien le siga.

Antonio Mugarba
Paleta - Oleo sobre Lienzo 46x55

ANTES QUE OSCUREZCA

Traigo  notas puestas
en un rostro arrugado por el tiempo,
de victorias putrefactas,
de conquistas en manteles rotos.

Denostado y abatido.
Injuriado, me he enfrentado a una batalla sin luces
y sigo combatiendo extraviado.

¿Cómo es que canto todavía ?

Solo me guío por  la luz de vuestro espíritu,
o la rechazo de una forma involuntaria,
para amaros en mi palacio de cristal  vacío,
buscando un oasis de canciones nuevas,
aunque sus desiertos de arenales en derredor
maltraten y martiricen los huertos de mi alma.

Pongo notas al cantor,
en la desnudez de un cuerpo sosegado,
porque quiero derrotarme y despojarme,
porque quiero liberarme en un punto infinito,
porque quiero cantar al mundo
notas deseosas de belenes nuevos.


Puede ser que este año lo consigamos.

¡Lo dudo !...

Encarnizados y abrazados al calor que emana de tus cosas.
Tropezados en caminos de mieles y manjares.

Volveremos a buscar paraísos en torres cerradas,
volveremos a combatir por la llave de la lujuria,
volveremos a desheredar a los malditos
y los malditos volverán a ser sumisos.

Ajeno mi amor del tuyo,
cantaremos victorias en la frialdad de lo inservible.
Atormentados y angustiados, 
torturados, abatidos y  maltrechos,
gritaremos sin  cesar  falsas felicidades,
disolviendo una copa de champaña
que humedecerá el aliento de los días venideros :
noches con luna ciega.
Cegados se besarán las dos partes
y los amantes ya  no cantarán.


Antes que oscurezca.
En silencio.
Sin pensarlo.
Sucederán otras Navidades
y fluirá el rocío de la sinceridad para ser fértiles.
Se esparcirá el polvo fecundo de la esperanza
y preñará a los amantes con las notas de la ilusión.

Se besarán en la boca
y cambiarán el flujo de la vida para el entendimiento.

Y así,  y con todo,
podremos caminar hacia el interior
para habitar el pesebre vacío,
y moraremos como niños
cantando,
arrullados en la cuna de símbolos verdaderos.

A. Mugarba